jueves, 3 de noviembre de 2011

Al fin en casa

(Versión Final)


Fuimos trasladados al cuartel general de operaciones del escuadrón anti-drogas. Nos acusaban de ser integrantes de una banda del crimen organizado y el motivo por el cual no nos asesinaron fue porque tenían que interrogarnos y de no cooperar con ellos seriamos asesinados. Inmediatamente empezó el interrogatorio, fuimos pasando uno por uno, éramos alrededor de 8 personas entre las cuales se encontraban un abogado, un maestro de bachillerato, un par de amigas, un matrimonio que se dedicaba al comercio, un productor de televisión y yo.  No podíamos comunicarnos entre nosotros, de hacer lo contrario éramos golpeados. 

Afortunadamente yo pase al último, el abogado y el maestro de bachillerato fueron separados del grupo, el motivo de ello fue que dieron positivo en un examen anti-doping que les realizaron, alcance a escuchar que los llevarían a los laboratorios para experimentar con ellos, tanto las amigas como la esposa del matrimonio fueron llevadas al siguiente piso, el señor del matrimonio fue enviado al campo de concentración para ser entrenado y colaborar con la justicia del gobierno estadounidenses, gracias a ello su esposa podía volver a casa y seria exonerada de todo crimen, el productor de televisión fue asesinado en ese lugar porque resulto ser unos de los ayudantes de Juan Barrios, se negó a cooperar con información para capturar a este, solamente dijo que las chavas formaban parte de la banda, por lo cual ellas fueron detenidas en las instalaciones y solamente las utilizarían para satisfacer su apetito sexual.

A mí me dejaron libre al explicarles que yo no tenía nada que ver, ya que yo venía de buscar trabajo, me ofrecí voluntaria mente para formar parte del escuadrón, a lo que ellos me contestaron que no serbia para nada, ya que no tenía una buena condición física y que si solo lo que quería era morir podría hacer, me dijeron que mejor me largara antes de que cambiaran de opinión y me asesinaran.

Ya era muy tarde, me habían quitado todas mis pertenecías a excepción de mis papeles, conseguí que me dieran un aventón lo más cercano posible a mi casa, me dejaron sobre el circuito interior a la altura de la calzada Ignacio Zaragoza, ya faltaba poco para llegar a mi hogar, me sentí un poco melancólico por lo sucedido el día de hoy, fue un trago amargo el ser detenido injustamente. Al fin llegue a mi casa, mi madre estaba desesperada, me abrazo y me regaño porque había llegado tarde, me pregunto porque no traía mis cosas, le empecé a contar lo sucedido y solamente me dijo que me andará con cuidado, me comento que había pasado algo similar en el departamento de enfrente, empezó a contarme lo sucedido cuando de repente se escucho que tocaban la puerta…

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